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SANTA ELENA

El corregimiento de Santa Elena guarda en cada sendero de sus bosques infinidad de historias que crean y recrean la tradición de la fantasía y la magia ancestral. Aun vivientes en sus bosques las hadas y los duendes tejen sus aventuras con animales y flores, mezclando lo sagrado y lo profano. En sus montañas de niebla y ojos de poeta los campesinos y los visitantes tienen la gran dicha de respirar el aroma de infinitas flores de variados tamaños y colores.

Siempre atentos a la gran revolución de la modernidad y de as migraciones humanas que ponen en riesgo los valores tradicionales, los silleteros de Santa Elena son guardianes y valientes defensores del territorio.

Aquí los soñadores reciben los primeros rayos del sol y con su poder creador imaginan una vida que como un tejido de palabras adorna sus hombros con el color del ser.

Cuento: Los caballos de Mazo son silleteros

Por: Katerine Murillo Gallego

 

Érase una vez unos hermosos caballos en la vereda de Mazo que les gustaba mucho las silletas. Los animales de otras veredas se los gozaban porque nunca iban a ser capaces de cargar silletas.

 

Una noche, la yegua Clementina soñaba que una guacharaca le decía que hicieran carretas y las llenaran con muchas flores como margaritas, el pompón, claveles, etc.

A la mañana siguiente, Clementina le contó a su caballo padre, el cual se llamaba Antonio, a él le pareció muy buena idea y rápidamente comenzaron a diseñar las carretas. La prima de Clementina, llamada Bartola, invitó a todos los animales de todas las veredas a que vinieran a ver a los caballos desfilar con sus hermosas carretas, que para ellos eran las más hermosas silletas.

 

El sábado salía todo el mundo a ver los caballos desfilar, ellos le taparon la boca a todo el mundo porque nadie creía que podían desfilar, cuando iban a entrar a El Recreo, Clementina observó que en un árbol había una guacharaca alentando a los caballos, gritándoles que sí se podía, que no tenían porqué creer en los demás.

 

Clementina muy alegre le decía a su familia que por fin lo habían logrado y que siguieran con su sueño de hacer silletas, que si se lo proponían lo podían lograr. Todos los animales muy contentos premiaron a la mejor carreta y así continuaron con esa tradición de las carretas construidas por los caballos maceños.

 

GANADORA DEL CONCURSO LITERARIO

© 2023 creado para Enrique Cortés. Con wix.com

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